CHAPTER
V
Cuando
aterriza el avión vuelvo a sentirme a salvo. Todos los pasajeros comienzan a
levantarse y a agarrar sus cosas mientras que yo me ocupo de buscar en mi Ipod
la canción indicada para esta ocasión, al comenzar "Suomi" de
Alexander Ryback veo cómo la gente comienza a bajar y me limito a agarrar mi
bolso y esperar a que dejen de amontonarse en el pasillo.
Busco con
la mirada a alguna persona que tenga escrito mi nombre en un papel, hay varios.
Llego a pensar que tendré que esperar un poco en el aeropuerto, jalo la enorme
maleta morada, la paro a mi lado y busco mi celular para llamar a Rose.
-Disculpe ¿Es usted Mady Millet?
Giro la
mirada hacia esa persona, un poco preocupada de que haya sabido mi nombre.
-Sí ¿Cómo supo?
-En su maleta viene un papel con su nombre
señorita.
-Oh, cierto- digo apenada y veo que en su
mano trae ese papel con mi nombre.
-Venga conmigo.
En el
automóvil negro vuelvo a ponerme los audífonos y reproduce la misma canción mientras veo el paisaje.
-Señorita...- alcanzo a escuchar, me quito
los audífonos y veo que me ve desde el espejo retrovisor.
-Perdón, no escuchaba...
-No se preocupe, si gusta puedo conectar su
Ipod.
-Sería genial- se lo doy y con una sola mano
lo conecta y se reproduce la canción.
-Oh, Alexander Ryback- dice sorprendido, en
ese momento me doy cuenta de que mi chofer es un hombre alto, de ojos azules,
cabello castaño, simplemente guapo de sonrisa perfecta- Suomi...
-Sí...
-Tiene mucha suerte de haber encontrado
apartamento en ese lugar.
-¿Por qué?
-Munkkiniemi es un distrito de moda, muy visitado.
Por un
momento me doy cuenta de que jamás le pregunté la dirección a Rose.
-Lo siento, yo no hice ninguna reservación ni
nada, fue una amiga.
-Pues su amiga hizo un buen trabajo.
-Eso veo- sonrío y veo por el espejo
retrovisor que él también.
-Tengo órdenes de llevarla primero al
departamento para después acudir a rentar un automóvil- asiento- pero si
necesita algo más, con gusto le daré mi tarjeta- la alza y me estiro para
agarrarla- está en Suomi y en inglés.
- Es lo que veo.
-¿Le puedo hacer una pregunta?- lo pienso
brevemente.
-Adelante.
-¿Viaje de negocios?
-Eso quisiera- sonrío- vengo para poder
escribir un libro.
-Oh, escribe.
-Así es, necesito un lugar que inspire, y
recordé que desde adolescente había querido venir.
-¿Adolescente? Entonces es admiradora de
alguna banda de aquí ¿no?
-De muchas, sí.
-Bueno señorita, hemos llegado.
Se
estaciona frente a un edificio, se baja del automóvil y abre la puerta para que
baje.
-Gracias.
-Le ayudaré con su equipaje.
Subo las
escaleras mientras dejo que el chofer suba con el equipaje por elevador, al
llegar al último piso lo veo esperando en la puerta.
-Usted sabe mi nombre pero...
-Me llamo Marko Mauri Okkonen, pero puede
llamarme solamente Marko.
-Mucho gusto- estrechamos las manos.
Abro la
puerta y miro admirada, es un hermoso apartamento.
-Señorita Mady, tenemos que ir por su auto.
-Cierto- comienzo a caminar hacia la entrada
anonadada.
-Muy elegante ¿verdad?
-Sí, algo.
Al salir del edificio y ver a Marko caminando
hacia el auto opto por querer hacer algo diferente a lo planeado.
-Marko.
-¿Si, señorita?
-¿Te gustaría ir a tomar algo?
Sonríe y
se acomoda la gorra que representa a un chofer.
-No creo que...
-Me puedo sentar de copiloto, así ya no
estarás trabajando.
Vuelve a
sonreír y señala su uniforme, que prácticamente es un traje y el distintivo es
la gorra.
-Vamos- me acerco a él e intento agarrar su
saco pero me detengo y se dá cuenta, siento que mis mejillas arden.
-Acepto- dice al fin, abre la puerta para que
me suba y lo hago por inercia de lo apenada que me encuentro.
Veo cómo
rodea el auto hasta subirse a mi lado, antes de arrancar se quita el saco y la
gorra, afloja un poco su corbata y desabotona el cuello de su camisa.
-¿Adónde le gustaría ir señorita?
-Sorpréndeme Marko- los dos sonreímos.
Después de
unos minutos en silencio decide hablar.
-Lo bueno es que usted es mi único cliente
por hoy. Su amiga me reservó todo el día.
Y capto de
inmediato, tan bien me conoce Rose que sabía que terminaría invitándolo.
- Tengo una duda ¿de casualidad le pidió una
foto?
-Pues- noto que está recordando- solamente el
permiso de conducir.
-Ya veo- nos volvemos a quedar en silencio.
Siento
curiosidad, me volteo ligeramente sin que lo note y observo su perfil, de
verdad que es muy guapo, y sin saco se nota más su musculatura.
-Aquí es- reacciono y veo el restaurante-
bar.
-Perfecto.
Después de
unas cuantas copas la confianza flota en el aire.
-Un padre empresario y una madre artista,
tiene el éxito en los genes.
-¿Y tú? por favor hablemos como si fuéramos
amigos de años.
-Está bien...Mady- toma un poco de su copa-
Mis padres son músicos.
-Vaya... ¿y tú?
-Soy chofer- al principio lo dice como si
fuera lo mejor del mundo pero al terminar se le nota que no está satisfecho-
Bueno, tiene seis meses que estoy aquí- nota que no entiendo- mis padres viven
en Inglaterra y hace poco que me regresé.
-¿Por qué?
-Estudié para bailarín.
-Oh...
-Sé lo que todos piensan que solamente los
homosexuales aman bailar. No soy Gay- aclara- estuve un tiempo en Broadway,
pero a las pocas semanas de fama me fracturé el pie izquierdo en un accidente
automovilístico, todos íbamos ebrios, hasta el conductor- deja de hablar para
dar un buen trago, se chupa los labios y prosigue- mi carrera terminó ahí. Así
que regresé donde mis padres y después de sentirme un mantenido decidí regresar
a mi país.
Bajo la mirada, siento coraje, siento furia
por no encontrar las palabras adecuadas para animarlo.
-Lo siento, no debí aburrirte con eso.
-No- digo rápidamente- es sólo que de pronto
me enojé con la bebida.
-¿En serio?
-De no existir, estarías bailando en este
momento- noto que le brillan los ojos y se acerca.
-La culpa fue mía, Mady. De nada ni nadie
más.
-Es que...
-Me alegra que hayas dicho eso, la mayoría me
culparía de inmediato, pero tú te enojaste con el creador del alcohol- nos
reímos, no, son carcajadas que tardan en disiparse.
-Bueno- comienza a decir después de
calmarnos- tenemos que ir por tu auto.
-No sé, tal vez pueda contratarte lo que dure
mi estadía.
-Me encantaría, pero ordenes son ordenes.
Escojo un
Jetta 2009 color negro, Marko me da los papeles y nos quedamos parados entre
los dos coches.
-Bueno...
- ¿Te gustaría...?
-No- dice rápidamente- no debo señorita
Millet.
-Sólo una copa más- sonrío y sin esperar
respuesta me subo a mi auto y por el espejo retrovisor observo. Siento muchos
nervios, no sé qué estoy haciendo.
Por un
instante creo que se quedará ahí parado hasta que me vaya, pero veo que se
dirige al auto, y al estar dentro enciende las intermitentes y sé que ha
aceptado, así que arranca y se pone frente a mí para que lo siga. De repente
capto - No sé ni siquiera el camino de regreso, y aún así estuve a punto de
irme sola ... ¿Él me habría dejado? -
Dejo de hablar sola al ver que se estaciona, me estaciono a un lado y espero a que decida salir del
auto, Hago lo mismo caminando hasta
donde él se detuvo.
-Por un momento pensé que en serio te irías
sola. Pero me preocupé.
Siento sus
labios saboreando los míos, sus manos agarrando mi cabeza para atraerme más
hacia él, por un momento me concentro para percibir algún desagrado, el mínimo,
pero por suerte no siento ninguno <<Puede y lo haya superado>>
pienso con la esperanza de que sea verdad.
-Me gustaste desde que vi tu playera de
Batman- sonreímos sin separar nuestros labios.
Siento
cómo sus manos descienden lentamente hacia mis caderas, intento acomodarme para
lo que viene pero cuando toca mis muslos me pongo tensa, un miedo irreconocible
se apodera de mí.
-¿Estás bien? - me mira fijamente.
-No, lo sientio…
***
Mi celular
suena justo al mismo tiempo en el que entro al elevador.
-Diga.
- No pude, Rose, no pude.
-¿Mady?
- ¿¡Por qué!?- no podía entenderle, estaba
llorando de una forma que jamás le había escuchado.
-Cálmate por favor.
- ¡Tuve
que correrlo!
-¿A quién?
-Rose...jamás podré superarlo.CHAPTER IV
Por alguna razón ver a Rose me pone feliz,
tomo el sobre y salgo corriendo en busca de Alaniss que se encuentra en el
jardín.
-¡Alaniss! ya tengo mi boleto.
Paro en
seco cuando la encuentro sentada en el pasto con una copa de vino en la mano.
-Regresan la próxima semana.
Capto de
inmediato y me temo lo peor.
-Pero se supone que regresan dentro de un
mes, no la próxima semana, ¿les dijiste?
-Claro que no Mady. Pero supieron que Chris
ha sido visto solo.
-Eso no es nada Alaniss, no todo el tiempo
estaba a su lado, pegada como goma de mascar en el zapato.
- ¿Y entonces qué? ¿Regresan porque quieren
pasar tiempo con nosotros?
-No sé...
Recuerdo
que Rose me siguió y que se encuentra detrás de mí, volteo a verla y
notamos esa extraña tensión entre las
tres: Chris.
-Gracias por aceptar la invitación.
-Cuando gustes, unos tragos a las tres de la
tarde no pueden ser negados- reímos mientras seguimos bebiendo, el bar es muy
elegante.
-¿Entonces Tomo no vendrá?
-No, tuvo su agenda demasiado ocupada para
hoy, de seguro al rato te mandará un mensaje disculpándose.
-Supongo que para eso primero tuvo que pedir
mi celular.
-¿Cómo conseguiste el mío?- pregunta, después
de una hora de haberlo llamado.
-Jared, más bien, Alaniss.
-Bueno, sigamos con los tragos- el número de
pedidos aumenta conforme pasa el tiempo. Shannon me platica sobre la banda, sus
proyectos y el cómo comenzó a tocar la batería, sus baterías caseras con los
sartenes de su mamá y un par de cubetas- de hecho también escribo.
-¿En serio? mejor dime qué no haces.
Ríe
sonriente.
-Tal vez un día de esto escribamos un libro
juntos.
-Tal vez... ¡Uno sobre Shannonlandia!
Nuestras
carcajadas llaman la atención de las personas a nuestro alrededor, pero no nos
importa, la diversión y la comodidad puede más que la apariencia. De pronto un
par de jóvenes se nos acercan, al principio me pregunto por qué, pero luego veo
a Shannon, Es por él.
-Disculpa ¿Nos podrías regalar un autógrafo?
- pregunta uno de ellos, nervioso y entusiasmado.
-Claro- dice Shannon sonriente, deja su vaso
de vodka y comienza a firmar fotografías.
Miro
entretenidamente, veo cómo los jóvenes mueren de la emoción y cómo él se siente
a gusto.
-Disculpa- vuelve a decir una joven-
disculpa- volteo.
-¿Es a mi?- pregunto tímida.
-Sí... ¿eres la autora de "Rosas y
café"?- me impresiono, tengo solamente dos años de haber sacado ese libro
y de haber iniciado como escritora.
-Sí- logro decir sin saber qué hacer, Shannon
me mira curioso mientras se toma algunas fotos.
-¿Me podrías dar tu autógrafo? ¡Hasta traigo
tu libro!- dice entusiasmada, lo saca de su mochila y me lo dá junto con un
plumón de punta fina.
-Am, Ok- lo abro, por unos segundos lo miro
fascinada y termino firmándolo.
Cuando se
van me siento rara.
- Vaya- comienza a decir Shannon- creo que te
pediré un autógrafo antes de que te
vuelvas más famosa y no me hables.
***
-¿Estás segura? ¿Tan rápido?
-No puedo cancelar este boleto y comprar
otro.
-Pero invitaste a Shannon...hasta a Jared a
una comida.
-Lo sé, lo sé, intentaba despedirme- dice tan
decepcionada de sí misma- pero terminé invitándolos a comer.
-Pensé que eso solamente me pasaba a mí- digo
haciéndonos recordar aquella vez en la que, por tropezar con un hombre guapo,
terminé invitándolo.
-Al parecer no- se mueve tan nerviosa.
-¿Segura que quieres ir? te veo rara, estás
caminando en círculos.
-Estoy bien, tiene tiempo que no hacía
amigos...
-¿Es eso?
-Es todo- le agarro de los brazos y la
detengo para que me mire.
-¿Es todo, qué? ¿Qué es lo que te preocupa?-
sus ojos se llenan de lágrimas y espera unos segundos para poder hablar.
-¡No volver a ser como antes! - grita con
lágrimas en los ojos, sabía que pasaría, dejo que llore mientras la abrazo, sé
que es por Chris, y llego a preguntarme si podrá superarlo.
Después de un rato consolándola, el taxi llega
y espera a que Mady salga con sus maletas
-Bueno, discúlpame con Shannon y Tomo.
-¿Y Jared?
-A él solamente lo invité por ti, no me cae.
- Llámame en cuanto llegues.
-Sí, mamá- reímos juntas, y de pronto nos
damos cuenta de que nuestros padres siguen sin saber nada.
-Recuerda- comienza a decir mientras agarra
una maleta y se la da al taxista- no se deben enterar- me mira tratando de
buscar un poco de miedo en mi mirada, pero no lo encuentra, no tengo miedo, sé
que no diré nada hasta que ella pueda hacerlo.
-¿Regresarás a tiempo para la fiesta familiar
de cada año?
-¿Para la reunión en donde todos hablan mal
de todos? No sé, depende del trabajo- el
taxista ya está listo, ella abre la puerta, se sube y se gira para verme- no
apagues para nada tu celular.
-De acuerdo- sonrío mientras veo como se
aleja el taxi por la calle hasta desaparecer.
-Alaniss- escucho mi nombre, por unos
segundos no pude distinguir la voz hasta que estuvo a mi lado.
-¿De nuevo tú? ¿No te cansas?
-Por favor- dice, espera, espera a que le
diga algo, aunque sea una grosería, pero no se va.
-Tuviste mucho tiempo para seguir insistiendo.
-Lo hice, no responde a ninguna llamada...no
me atrevo a acercármele, Alaniss- su voz
cambia, como si tuviera ganas de llorar, y ahora es cuando llego a entender que
lo que me dijo no es del todo cierto.
- La engañaste ¿qué querías que hiciera?
-Alaniss...
-Ella ya no está aquí.
-¿Regresó a casa?
-¿No vives ahí?
-Ya no.
Siento
curiosidad y confusión al mismo tiempo, recuerdo que fui por ella a la casa de
ellos, y después él llegó queriendo
hablar con ella, fue cuando me dijo lo que había pasado. Por un instante me doy
cuenta de que estoy afuera de la casa hablando con él sin importarme que los
demás vecinos escuchen.
-¿Qué rayos ha pasado Chris?
-Déjame hablar con ella.
-No puedo, ni aunque quisiera. Chris, ella se
ha ido.
Se queda callado por unos segundos, algo largos
a mi parecer, veo como su mirada se pierde y comienza a brillar por las lágrimas que quieren salir.
Tengo ganas de acercarme y consolarlo de alguna forma, pero algo me detiene.
-¿Sabes adónde?
-Europa, es lo único que sé.
Chris abre la boca, sé que quiere decir algo,
pero de repente escucho mi nombre un poco a lo lejos, un automóvil se detiene a
nuestro lado, Chris suspira, me mira y se retira. Solamente me quedo mirando
cómo se aleja por la calle.
-¡Alaniss!- me abraza Tomo, tan amiguero como
siempre.
-Creo que hemos llegado algo temprano-
menciona Jared, sé que me mira curioso, deseoso de saber por qué sigo viendo a
ese hombre alejarse.
-¿Pasa algo Alaniss?- opto por ponerles
atención, miro primero a Tomo quien ha dejado de abrazarme, luego a Shannon que
espera mi respuesta, y por último a Jared que sigue viendo a la misma dirección
que yo veía.
-¿Y Mady?
Bajo la
mirada, sabía que Shannon preguntaría en cuanto se diera cuenta.
-Lo siento- comienzo a decir - No tuvo tiempo para despedirse.
-¿Para despedirse? Pero si nos invitó a
comer.
-Lo sé Shannon, tuvo que irse, siente mucho
dejarlos así.
Fijo la mirada en la de Jared y sé que
entiende, sabe que estoy totalmente apenada. Quiere preguntarme, pero no lo
hace, no por ahora.
CHAPTER
III
-Conque una cita, eh.
-Eso dice, más bien eso dije- río apenada.
-¿Te imaginas terminar casado con él? Serías
Alaniss...
-Leto.
- ¡Hasta el apellido te sabes!
Y vuelvo a
reír.
-No, es diferente a los hombres con los que
he tenido una relación.
-Es famoso, sí, pero qué más da, vives en L.A
Alaniss, ¡Hay que disfrutar! - y se calla rápidamente.
-No, Mady, no hagas eso cada vez que algo te
recuerde a...Chris.
-No, recordé algo- dice, es buena engañando a
la gente- me iré.
-¿Qué?- veo que mueve la taza de café algo
nerviosa, agarro mi taza y espero a que prosiga.
-Para terminar mi libro me han alquilado un
departamento.
-Oh, es algo raro pero supongo que es bueno- sorbo un poco de café.
-En Europa- y ya no sé qué pensar.
-¿Europa? ¿Por qué tan lejos?
-No sé, supongo que para alejarme un poco.
-¿Tu jefe lo sabe?
-¡Por supuesto que no! pero sí sabe que no me
he sentido bien.
-Pues...-espero un poco- te irá muy bien,
espero y sea en una ciudad interesante, de donde me puedas mandar muchas
postales o fotos- sonrío y antes de que Mady pueda decir algo se escucha el
timbre, miro el reloj, las 3:00 pm en punto.
-Digo que llegaría puntual, y así ha sido- me
levanto para dirigirme a la entrada, ya
arreglada y lista.
-Hola
-Hola Alaniss- se le nota nervioso- tuve un
pequeño inconveniente…
La comida
huele muy bien, el vino es exquisito y aunque me siento observada por estar con
Jared, Shannon, Tomo y Mady lo aligeran.
-En serio lo siento, se me pegaron como nunca
antes habían hecho- dice Jared susurrándome en el oído mientras aprovecha que
Tomo les anda platicando de alguna receta a Shannon y a Mady.
-No te preocupes, es divertido.
-Sí, otros dos ataques de risa de ellos tres
y todo el restaurante podría reírse al mismo tiempo.
-Igual te reíste.
-Fue por la imitación que hizo Mady de
Shannon, llegué a pensar que tenía dos hermanos, y gemelos.
-Yo
llegué a sentirme hija única- hago reír a Jared, que casi escupe el vino que
había tomado justo cuando le dije aquello.
-Nada más no me lo vayas a matar Alaniss-
dice Shannon mientras Jared se recupera y yo le golpeo suavemente la espalda.
-Entonces Mady ¿Algún día cocinaremos?-
pregunta Tomo.
-Es su forma de decir que quiere tener sexo.
Todos reímos mientras Tomo se sonroja y
Shannon vuelve a hacernos reír.
-Es broma- dice Shannon- sería genial
volvernos a juntar un día de estos, creo
que podríamos vivir muchas aventuras los tres.
-¿Los tres?- pregunta Jared insinuando el
disgusto que tiene al no ser incluido.
-Sí, los tres, ahora tienes a Alaniss e
intentarás comportarte para gustarle, nosotros no.
Ahora
Jared era el sonrojado. La noche transcurrió así, terminó el postre y pareciera
que el vino los ponía más alegres pues hasta de regreso seguían riendo.
-Bueno- sí, Jared está relajado, divertido,
tan guapo y confiado que me hace sentir insegura - te agradezco que hayas
aceptado a pesar del paquete extra.
-Estuvo divertido- sonrío y miro rápidamente a Mady que habla con Shannon
y Tomo al otro lado del auto.
-Para la próxima, juro que será de dos-
sonríe, el viento hace que su cabello se mueva sensualmente
-Para la próxima será- está a punto de
acercarse más, pero un ruido lo hace voltear y logramos ver un taxi alejarse
velozmente, luego giramos las miradas hacia el auto y está vacío.
- ¡Demonios!- exclama Jared y mi preocupación
está al 100%.
-¿A dónde han ido? - y lo sé, sé que es
una pregunta estúpida.
-Espero que no se dirijan a la fiesta.
-¿Fiesta?
-Sí...
-Mady no puede tomar- se queda callado, con
el celular en la mano, nota mi preocupación.
-Iremos a buscarlos.
Después de
muchas llamadas fallidas a los celulares de los tres, estamos a punto de llegar
a la "fiesta" con la mente lista para pasar por toda esa gente.
***
- No suelo hacer esto- comento mientras
disfruto de la luna, del aire fresco y de estar en la playa a altas horas de la
noche.
-Dudo que se hayan dado cuenta- dice Shannon
jugando con la arena- a mi hermano le
gusta tu hermana.
-Lo sé.
-Hacemos un buen equipo- comenta Tomo
mientras se acuesta en la arena, estando en medio de Shannon y yo - Normalmente solamente somos Shannon y yo, y
de vez en cuando Jared se junta, pero, contigo sería más divertido.
Intento
responder y gradecer, pero de tan sólo recordar que me espera un vuelo a Europa
me limito a decir:
-Hay que sacar al niño que tenemos dentro.
-Eso podrías hacerlo tú- Shannon nos hace
reír.
-Y yo, comí una rosca mexicana y me comí un
niño de plástico- dice Tomo, hace una mueca al recordarlo - pero estaba tan
rica.
-Hay que regresar- sugiero- han de estar
buscándonos.
-Sin duda alguna- Shannon me muestra su celular
con un enorme número de llamadas perdidas, todas de Jared.
-¡Parecemos sus hijos caray!- Sin decir más,
Tomo opta por levantarse y sugerir correr hasta el estacionamiento. Al llegar,
Tomo me detiene sin que Shannon se dé cuenta.
-Gracias por evitar que fuéramos a la fiesta-
dice en voz baja - Shannon suele
alocarse, más si es privada.
-No agradezcas, quise evitar una catástrofe-
reímos hasta que Shannon voltea.
-¡Hey, apúrense!- Tomamos un taxi y
regresamos de donde nos fugamos. La noche y la iluminación de la ciudad nos acompañaron
hasta la entrada de mi casa.
***
Veo a
Jared entre la multitud que está bailando, trata de abrir paso sin dejar
de ver a todos lados hasta que llega a mí.
-No los veo por ningún lado.
-Tal vez si me hubieras dejado ayudarte...
-No, no quiero perderte...- y se calla por
unos segundos para mirarme- de vista. Ya perdí a tres, cuatro sería el colmo-
agrega, noto que se sonroja levemente.
-Será mejor que regresemos, no sé por qué me
preocupo así de mi hermana, ya está grande como para cuidarse sola.
-No, te entiendo, me pasa con mi hermano, y a
él conmigo- se sienta a mi lado y no entiendo cómo es que logro escucharlo
perfectamente a pesar de la fuerte y casi ensordecedora música de fondo.
-Bueno...
-¡Qué tonto soy!- dice de repente- de seguro
has de tener frío con ese vestido, que por cierto te queda hermoso- logra
hacerme sonrojar, se quita su saco y lo
pone en mis hombros.
-¿Tú no tienes frío?
-Sí, pero no te preocupes, tengo una chamarra
en la cajuela del auto.
Seguimos mirando a nuestro alrededor por unos
minutos, como si se fueran a aparecer en nuestra mesa.
-Creo que esta fue la única oportunidad del
día de estar solos- comenta Jared mientras nos dirigimos al estacionamiento.
-Parece que sí, en una fiesta privada- sonrío,
al llegar al auto y sentarme en el asiento del copiloto intento devolverle el
saco.
-No, no, iré por la chamarra- sale del auto,
abre la cajuela y saca una chamarra negra, veo desde uno de los espejos cómo se
la pone y contesta una llamada, no logro escuchar, espero a que vuelva a
entrar.
-Era Shannon- dice, como si hubiera leído mi
mente- están en tu casa.
- Ese nuevo trío me preocupa- suelta una
ligera risa.
-Se fueron para dejarnos solos, lo cual
funcionó.
Tal vez la
comida haya estado rara y muy larga, pero de alguna forma Jared siguió
llamándome, una semana entera sin dejar de llamarnos aunque fuera una vez al
día.
-Empiezo a creer que eso no es amistad.
-Claro que lo es.
-Se llaman todo el tiempo- No entiendo cómo
puede alegar mientras lee.
-Lo mismo sospecharía de ti y Tomo y Shannon,
tal parece que planean un trío.
-¡Alaniss!- grita sonrojada- no son mi tipo,
son muy buenos amigos, y me divierto.
-Es lo mismo con Jared.
-Como digas- cambia de hoja y sigue leyendo.
Sé que falta menos para que se vaya, y no logro hacerme la idea, jamás habíamos
estado tan separadas.
CHAPTER
II
Estamos a
la mitad de sesiones y ya nos sentimos agotadas.
-¿Quién toca ahora?
-Una banda, ya deberían estar aquí- digo para
luego ver a mi alrededor, el hotel se ve muy bien, la vista es totalmente
hermosa.
-No sé tú, pero yo tomaría una foto en la enorme
ventana que deja ver el atardecer.
-!Perfecto!- digo entusiasmada- lo mismo
estaba pensando- sonreímos sin ganas, sí que estamos muy cansadas.
-Sentimos la tardanza- dice uno de los tres
hombres que entran apurados, se limitan a sentarse en dónde Mady tiene que
retocarlos, que por suerte sabe hacer eso gracias a Rose que es maquilladora
profesional y su mejor amiga.
-Ok, en diez minutos comentamos- digo
esperando, pero al ver que podría tardar en retocarlos opto por retocar a uno-
sólo será un poco de polvo, no creo que necesites mucho, es más- digo
impresionada, sin polvo tu piel se vería igual de perfecta.
-Gracias- dice- por cierto, me llamo Jared.
-Alaniss, mucho gusto.
-Ya estás- escucho decir a Mady mientras
termino con Jared.
En cuanto terminamos con el último empieza la
acción. Tomo los ángulos que ya tenía pensado y tomo algunas ideas de ellos,
todo marcha bien, tranquilo y cómodo.
-¿Nos podríamos tomar una con su asistente?
sugiere el hombre de ojos verdes.
-Oh- no sé qué decir.
-Claro- dice alegre Mady, se acerca a ellos y
se pone en medio de... miro rápidamente la hoja de los nombres e intento saber
quién de ellos es Shannon o Tomo, la cosa es que se pone en medio de ellos dos.
-Espera- dice Jared- si gustas igual me gustaría
que estuvieras en la foto- me parece nuevo, no suelen pedir eso.
-Está bien- pongo la cámara en su tripíe y
corro para que sea tomada la foto, quedo junto a Jared.
La foto
queda perfecta con el atardecer a punto de terminar, dan ganas de enmarcarla.
-Ojalá pueda tener una copia- comenta Jared
mientras se pone su chaqueta.
-Creo que eso puede cumplirse- le doy una
hoja y una pluma - escribe tu...
-Te pondré todos mis datos posibles- dice sin
dejarme terminar y veo como escribe sin detenerse.
Mady se
encuentra en la sala viendo "Casi famosos", me dedico a seguir
llenando mi taza con helado de chocolate y a fijarme de que la botella de vino
tinto que abrió Mady ya está a la mitad.
Me siento a su lado y contemplo el interés que le pone a la película.
- ¿Ya has mandado la fotografía a los chicos?
-Oh, no se me ha olvidado por completo
-La verdad dudo que se acuerden.
-No sé, Jared me puso todos sus datos, hasta
su FAX.
Mady ríe
por unos segundos, pero con muchas ganas.
-A mi me llamó la atención Tomo.
-¿Como novio?- pregunto, con la esperanza de
que intente olvidarse de Chris.
-No, como amigo, al igual que Shannon, son
muy divertidos.
-Yo creo que será mejor descansar, mañana nos
queda mucho trabajo.
Acepta sin
reprochar y cada quien se dirige a su cuarto, admito que me siento bien al
tenerla en casa, no podía dejarla vivir sola después de lo sucedido.
***
Mi celular
no deja de sonar, tiene tiempo que no respondo una sola llamada, solamente me
comunico con Rose por vídeo Chat, así que opto por ver quien es. Lo primero que
me sorprende es que no es Chris, sino la
Editorial.
-Sí, diga.
-Mady, llevo horas llamándote- no dice nadas
más, y espera a que yo proporcione una disculpa.
-¿A qué se debe tu llamada?
-La fecha para tu nuevo libro ha cambiado- y
logra despertarme por completo- espero ya estés a punto de terminarlo- y mi
jefe cuelga para dejarme perpleja, se
me había olvidado por completo del
libro, no tenía ni dos hojas terminadas. Esto tenía que cambiar mañana a
primera hora. Antes de dejar el celular a mi lado, opto por mirarlo una vez
más, tiene en grande el número de llamadas perdidas, superan las cien de ayer, todas de Chris, por momentos me dan
ganas de llorar, pero no, ya es suficiente.
-Rose, siento llamarte a esta hora, pero
necesito un favor.
***
-¡Vamos Mady, se nos hace tarde!
Antes de
que baje y vea, mando la foto por E- mail y mientras se envía sigo picando la
lechuga, un poco de zanahorias y pepino, una rica ensalada para desayunar. Casi
termino con el agua de limón cuando escucho un ruido provenir de mi portátil;
me acerco y noto que tengo un correo nuevo:
Asunto: Fotografía.
De: Jared J. Leto.
Fecha:
Vie, 07 de julio 2013 8:40
Para:
Alaniss Millet.
Hola, te
agradezco mucho que recordaras enviarme la fotografía, sí, sé que es muy
extraño que responda a los 5 minutos de haber recibido tu correo, pero....
Me
gustaría invitarte a comer esta tarde, te dejo los datos del restaurante, ¿a
las 3:00pm está bien?
J. J. L.
No
entiendo nada, me es inusual, más raro que quiera que llegue al restaurante en
lugar de pasar por mí.
Asunto:
¿Una cita?
De:
Alaniss Millet.
Fecha:
Vie, 07 de julio 2013 9:00
Para:
Jared J. Leto.
¿Datos del
restaurante? Dudo que una mujer acepte de esa forma, aunque creo que siendo tú
lo harían sin pensarlo.
Entonces
¿Pasas por mí?
A. M.
Dejo la
dirección de mi trabajo, lo envío y noto que Mady baja las escaleras.
-Me quedé dormida- y se le nota cansada, casi
puedo asegurar que estuvo llorando.
-Ya hay que irnos- alzo uno de los toppers-
hice ensalada para al rato- y sonríe.
- Con un litro de café me sentiré despierta.
Esta vez
nos toca ir a un jardín de niños, donde se tomarán fotos con todos los alumnos,
profesores y la directora como
aniversario de la escuela, inflo globos mientras Mady hace lo imposible por
pegarlos en lugares altos y difíciles de poner escalera.
-¡Niño vuelve aquí! - escucho que grita y me
acerco a dónde está, pegada a la pared a dos metros de altura, sosteniéndose de
los adornos de aquella pared que le permiten mantenerse.
-¿Qué pasa?
-Ese niño se llevó los globos que estaba a
punto de pegar.
No puedo
evitar soltar una ligera risa.
-Vamos Mady, les encantan los globos.
-Sí, pero pudo quitármelos cuando estaba
abajo.
Así siguió
la tarde, las fotos salieron muy bien, coloridas y llena de sonrisas. Al
terminar de guardar todo el equipo se me viene a la mente la comida, saco mi
celular y reviso mi correo, si, tengo uno nuevo:
Asunto: Comida.
De: Jared J. Leto.
Fecha:
Vie, 07 de julio 2013 9:20
Para:
Alaniss Millet.
Tienes
razón, pasaré por ti, no te molestes en decirme dónde vives, Emma se encargará
de darme la dirección, estaré puntual.
J. J. L.
Vaya, esto
es nuevo, tener una cita con una persona que solamente conocí unas cuantas
horas, no es normal en mí.
CHAPTER I
La habitación se
encuentra llena de gente de limpieza, debido a la última sesión en donde el
grupo decidió jugar con globos de pintura, todo quedó hecho un asco, pero sin
duda alguna, fue demasiado divertido.
-Disculpa Alaniss, tienes una llamada-
alguien se molestó en bajar el volumen a la canción de Alice Cooper para poder
contestar.
-Habla Alaniss.
-!Hola hermana!- Mady al otro lado de la
línea, demasiado alegre.
-¿Estás ebria?- pregunto sin rodeos.
-!No, cómo crees!- hace una pequeña pausa-
bueno sí, pero...
Interrumpo
llena de furia.
-¿En dónde estás?.
-Estoy en casa, segura en mi hogar- comienzo
a notar el nivel de alcohol que pudo haber consumido.
-No importa, iré de inmediato- cuelgo, agarro
mis cosas y dejo encargado a un asistente.
¿Por qué?
Llevaba ya dos años sobria y
desintoxicada, espero y solamente esté ebria, pero, prefiero imaginarme lo peor
para no sorprenderme. En ese momento me pregunto por Chris, supuestamente
tendría que estar con ella. Saco mi celular del bolso e intento llamarlo
mientras espero a que el semáforo cambie de color. No contesta, es más, seguro
está apagado - !Maldición!- digo golpeando el volante, de seguro, de haber
estado a su lado, no estaría en camino
para ver si en verdad está tan segura como dice.
Al llegar
a su casa lo primero que noto es que su auto está mal estacionado, como si
hubiera llegado con una prisa impactante. Camino por el pasto hasta llegar a la
entrada que curiosamente encuentro abierta.
-Decías que estabas segura, y con la puerta
abierta.
-¿Por qué viniste? sólo te llamé por si...
-¿Qué pasó aquí?
-Busqué alcohol, al parecer no había tirado
todas las botellas.
No sé si
decir que era su casa, no parecía, más bien era un basurero ¿Cuánto llevará
así?
-¿Qué pasó Mady?- digo con un tono de voz más
alto, preocupándome cada vez más- ¡Mady!- grito desesperándome.
-Terminé con Chris- dice al fin, está
acostaba en el sofá de la sala, con una botella de vodka en la mano y un
cigarro encendido en la otra, su mirada la tiene fija en el techo, de seguro
para no dejarme ver las lágrimas que ha
de estar derramando.
-¿Terminaron? Pero..., están comprometidos.
-Lo mismo me decía, ahora, estoy aquí a punto
de vomitar y sin recordar cuántos días llevo así.
Me siento
en el otro sillón, mirándola fijamente, no sé qué pensar, no quiero preguntar
el por qué de su rompimiento tan inesperado.
-Intenta recordar por favor ¿cuántos días
llevas así?
Se tarda
en responder, toma varios tragos de la botella y se termina el cigarro.
-Tres días- intento contar las botellas
tiradas y las cajetillas, normalmente en un día solamente puede tomar una botella y consumir seis cajetillas. En total
logro calcular cuatro días !Maldición! es mucho alcohol en tan pocos días. De
repente, noto un pequeño frasco naranja, no lo pienso dos veces y me levanto
con rapidez para llamar a la ambulancia.
Diez
malditas horas en el hospital, después de un lavado de estómago, pude entrar a
verla.
-¿Cómo estás?
-Fastidiada, no podré tomar alcohol por
muchos meses.
-Más te vale- digo enojada, pero ese enojo
dura muy poco, de tan sólo mirarla débil en la cama, con ese atuendo típico del
hospital.
-Gracias - dice al fin- no pensé nada.
-Ya pasó- sonrío acercándome más hasta estar
a su lado y poder tomar su mano izquierda. Espero a que haga la pregunta.
-¿Te encontraste con...?
-No- le interrumpo- hablemos de otra cosa.
las don
sonreímos, no necesito que me lo diga, no por el momento.
Dejo mi
trabajo en manos de mi asistente, que solamente se encarga de acomodar las
sesiones que fueron canceladas.
-¿Segura que no quieres más sopa?
-No, Alaniss, el doctor dijo que ya puedo
cuidarme sola- sonríe mientras recojo el plato.
-No me importa, unos días más estando acostada
no te harán daño.
-¿Unos días? Necesitas regresar a tu trabajo-
lo dice tan preocupada que no logro evitar sonreír.
-Primero la familia Mady, además, nuestros
padres están fuera del país aún...
-! Demonios! ¿Les llamaste?
-Por supuesto que no, creo que es mejor que
esto quede entre nosotras.
y antes de
continuar, se escucha que llaman a la puerta, sin preguntarme quien podría
ser me dirijo al primer piso dejando a
Mady descansando, dejo los trastes sucios en el lavaplatos y abro la puerta.
-Chris...- digo anonadada, después de ya
diez días de que encontré a Mady a punto
de suicidarse lo veo.
-Alaniss ¿Está Mady? - debo admitir que no se
ve bien, hasta puedo decir que se veía
igual que Mady aquél día.
-¿Cómo te atreves?
-Veo que ya te lo contó.
-No-digo rápidamente- no ha habido tiempo
entre el hospital y la casa...
Me quedo
callada ante el detalle que le he dado, no dice nada, pero en su mirada se
nota, sabe que ha sido por su culpa. Me es increíble poder ver un par de
lágrimas en su rostro que limpia rápido.
-Lo siento mucho- dice para luego contarme,
parece como si ya no le importara del dolor que siente. Me quedo sin palabras,
lo único que logro hacer es azotarle la puerta.
No puedo
quitarlo de mi mente, no logro descifrar el miedo y dolor que pudo sentir mi
hermana, me lleno de rabia, de impotencia al no haberle hecho nada a ese
imbécil, pero tengo que tranquilizarme, Mady sabrá que lo sé si no me controlo.
Los días
pasan y nos volvemos inseparables, como cuando éramos niñas.
-¿Estás segura que me ayudarás?
-No creí que tu asistente tuviera vacaciones,
pero sí, lo supliré mientras se va a Hawai.
Sonrío, entramos y encuentro todo ordenado y
limpio, tengo mucho trabajo acumulado.
-Bueno, comencemos.
20 modelos
a las cuales fotografiar Mady logra
caerles bien de inmediato y parece divertirse, Luego un par de niños mimados,
para luego terminar con una pareja de la 3ra edad.
-¿Para qué querrán unos ancianos una sesión?-
se pregunta Mady mientras cenamos una ensalada.
-Por lo que supe para su 50 aniversario.
-Vaya, eso es mucho tiempo- dice, pero sé que
se pone triste.
- Mady...sé lo que pasó.
Deja de
comer, me mira perpleja.
- ¿Cómo lo supiste?
-Chris me lo dijo- comienzo a creer que no
fue buena idea, pero siento que necesita sacarlo.
-¿Ch...Él?
-Mady, hasta te cuesta decir su nombre, sí,
él. Pero no te preocupes que podemos ir a...
-¡No! - grita- estoy bien, se me pasará, lo
superaré cuando menos me dé cuenta.
- Siento mucho habértelo dicho de esta forma,
pero eres mi hermana y me preocupas demasiado.
-Lo sé, pero no necesito ir con un psicólogo,
el trabajo me hará olvidar.
No digo más, necesita comer bien así que dejo
que siga con su ensalada.
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